domingo, 17 de junio de 2012

Hoy, 17 de junio, del año 2012, regresó a este espacio para dejar huella y constancia de lo que acontece en el mundo interno de el Pepe, así me digo, pues soy José Santos. Me encuentro con los comentarios de mi gran amiga, Sarita. ¡Qué alivio, qué bálsamo de de anestecia para una alma desfigurada por los recuerdos.! Ayer llamé a mi hijo, a mi hijo-,me dije- me contestó un ser admirable, al momento no supe que decirle, le pedí que me contactar con mi DiegoEduardo, y la noche se hizo larga, después de meses volvía escuchar su voz.  Mi fragil corazón se repuso, quise decirle que necesito tanto de ella, para poder avanzar, que su ausencia dejó mi ser hundido en un vacío, pero no pude, tuve más valor de subir a mi habitación y recostarme en el sofá, puse algo de Waldo de los Ríos, me traslado hasta el extremo sur, donde Buenos Aires  hace de la vida, poesía.
Trate de dormir, pues los domingos los ocupo para arreglar mis cosas,y salir a trabajar fueras de la ciudad. Me dormí muy entrada la madrugada

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