domingo, 10 de febrero de 2013










Crónica  de un Instante


En un instante llegó,
Sin pensarlo, seducido aquel hombre

Por las entrañas de un deseo tomó su miembro flácido,
Comenzó cerrando sus ojos, y moviendo la cadera, sobre si mismo,
su enhiesto miembro se endurecía y sentía…
Aunado . a las imágenes de aquella mujer seductora,

A la que no tuvo el valor de pedirle sus servicios,
que de manera sutil de la mirada y del contoneo, atraía.

Se quedó callado por unos instantes en que desistió de aquellos escarceos
Que el mismo se procuró. ¿A quien fallé? – se preguntaba angustiado, con la manos bañadas de el líquido viscoso –

 Procuró quedarse tranquilo mientras emitía murmuraciones en señal de un arrepentimiento.





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