Crónica de un
Instante
En un instante llegó,
Sin pensarlo, seducido aquel hombre
Por las entrañas de un deseo tomó su miembro flácido,
Comenzó cerrando sus ojos, y moviendo la cadera, sobre si
mismo,
su enhiesto miembro se endurecía y sentía…
Aunado . a las imágenes de aquella mujer seductora,
A la que no tuvo el valor de pedirle sus servicios,
que de manera sutil de la mirada y del contoneo, atraía.
Se quedó callado por unos instantes en que desistió de
aquellos escarceos
Que el mismo se procuró. ¿A quien fallé? – se preguntaba
angustiado, con la manos bañadas de el líquido viscoso –
Procuró quedarse
tranquilo mientras emitía murmuraciones en señal de un arrepentimiento.
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