viernes, 29 de enero de 2010

Para ti dulce dama de luceros verdes


Yo vago por los
misterios de mi interior,
mi alma me permite ingresar en esos atormentados
mundos que me llevan a ti sin tregua:
Mujer casada, pero deseada por mi.
Presentada en mi altar para que yo pueda compartirte mis fantasìas.
Si supieras cuantas peripecias tengo que hacer para
estar cerca de ti, inspirado, enloquecido por
el insomnio,
por la poesia,
por los sueños,
por los encuentros corporales,
por la vanidad de que me veas de gala,
que sientas que soy parte de ti y vos de mi
¡Què bello! Acompañados por la mágica melodia de Emmanuelle,
aquella Silvia Kristel que desperto los profundos encantos del erotismo en una infancia que nos traslado por añadidutra a Las Mil y una Noches.

3 comentarios:

  1. Cuidado, las mujeres casadas pueden ser peligrosas.




    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Precioso reconocimiento...

    besotes de esta peke.

    pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, siempre que quieras...

    ResponderEliminar
  3. ¡Amigo! ¡No puedo creer que te he vuelto a encontrar! ¡Qué alegría!

    Tus palabras osadas y sentidas como siempre, me fascinan...

    Recibe mi abrazo más cariñoso y prometedor...

    ResponderEliminar