domingo, 19 de diciembre de 2010

El eterno embrujo de ver


Verte y verte, disfrutar del encanto de ser tù,

de estar sentado en esta silla y, como tàntalo, el ìdolo griego que veìa los placeres y no los podìa tocar.

Te disfruto porque eres fruto de eternas caricias para mi mente,

mi vida, mi eternidad, mis deseos ¿malsanos, buenos? No lo sè, quizàs a estas alturas en estos momentos estoy màs allà del bien y del mal en esta conciencia que se resquebraja en el pulverizante tormento del tiempo. Te veo con melancolìa la que conoces desde los años mozos, de ahora de ser el hombre lleno de temores, pero de locuras extremas. de esta vida que eres tù frente a mi, que me dà placer, què me llena de activos momentos, me encanta verte... y llevarte en este mundo de vagabundo sin espacio. ni patria. ni nada, nada solo en el limbo de mis fantasìas, de mùsica: Caruso, de Pavarotti, Paul Mauriat., Roger Water, de tantos como Lennon, de tantas voces que se han pegado a lo largo de años, de vèrtigos, frustraciones, aciertos.
Ese soy yo, pepe, josè, el de ayer hoy y mañana, no lo sè... Solo te puedo decir que hoy me llenaste de placer...

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